Un truco para no levantarse cabreado: directamente no acostarse

Ojalá hubiese dormido mal esta noche, porque hubiese sido señal de que al menos lo he hecho. Trabajo por turnos, y eso a nivel de sueño fastidia bastante. Además, he discutido con una amiga por una estupidez mía y me he quedado hecho una filfa.

Estoy empezando a pensar que quizás no fue buena idea empezar este blog, porque simplemente no lo va a leer ni Dios y para eso ya podría escribir un diario de esos íntimos, con su candadito y tal, que queda muy cuco. Además, no veo muy claro qué orientación voy a darle; mientras tanto, le meteré un poco de caña a temas de mi pasado, mis nostalgias y, por qué no, a la gente que me rodea (anda que no os va a hacer ilusión que escriba de vosotros eh???)

Hoy trabajo de 14 a 22. Muchos de vosotros sabéis que soy informático, y trabajo en un CPD (Centro de Proceso de Datos) situado en Madrid. Pues bien, tendré que salir de casa a las 12:30 si quiero llegar puntual. Es lo que tiene esta ciudad. Madrid me mata, aquí solo hay trabajo, lo único que me faltaba en Cáceres. Tan sólo eso, pero tan necesario...

En fin... Seguiré con la terapia del blog. Escribir siempre es un alivio. Pero claro, también se agradecería algun feedback por vuestra parte. Y si os animáis a dejar vuestros comentarios? Cualquier sugerencia sería bien recibida, por supuesto.

Ale, os dejo la pelota en el tejado, jugadla un poco!